Las bases de datos relacionales son sistemas de gestión que organizan la información en tablas vinculadas entre sí mediante claves primarias y foráneas. Su lenguaje estrella, SQL, permite hacer consultas complejas y garantiza propiedades ACID (Atomicidad, Consistencia, Aislamiento y Durabilidad), fundamentales para mantener la integridad de los datos, especialmente en contextos como banca, ERPs o cualquier sistema que no puede permitirse inconsistencias. Motores como PostgreSQL, MySQL o SQL Server siguen siendo la opción de confianza cuando se necesita integridad referencial, migraciones controladas y reporting robusto. En resumen, son la columna vertebral de los sistemas donde cada dato cuenta —y debe estar perfecto.