El Circuit Breaker es un patrón de resiliencia inspirado en los disyuntores eléctricos: si un servicio remoto falla repetidamente, el "circuito" se corta y deja de enviar solicitudes por un tiempo, evitando saturaciones y cascadas de errores que podrían afectar a todo el sistema. Durante ese periodo, las llamadas fallan rápido (sin esperar timeouts), liberando recursos. Luego, el circuito se prueba con algunas solicitudes: si el servicio mejora, se vuelve a cerrar y todo vuelve a la normalidad. Este patrón es clave para proteger APIs, bases de datos o microservicios bajo carga extrema. Herramientas como Hystrix o Resilience4j lo implementan de forma elegante en sistemas distribuidos.