GitOps es una metodología que lleva las mejores prácticas de Git al mundo de la infraestructura y los despliegues. ¿La idea? Tratar la infraestructura como código, almacenando el estado deseado en un repositorio versionado. Desde ahí, agentes automatizados se encargan de aplicar esos cambios al entorno real, manteniéndolo siempre sincronizado. Esto no solo permite auditar fácilmente quién cambió qué y cuándo, sino también revertir configuraciones con la misma facilidad que un código. Unifica el flujo de trabajo entre Devs y Ops, reduce errores humanos y hace que los despliegues sean más seguros, predecibles y fáciles de escalar.