La retención de clientes mide la capacidad de una empresa para mantener a sus usuarios activos y satisfechos. En tecnología, esto es fundamental porque adquirir nuevos clientes suele ser más costoso que retener a los actuales. Un soporte de calidad es clave para mejorar la retención, ya que los usuarios valoran la rapidez y efectividad en la resolución de problemas. Estrategias como personalizar la atención, ofrecer soporte proactivo y analizar el feedback del cliente ayudan a reducir la tasa de abandono (churn rate) y fortalecer la lealtad del usuario.