Se refiere a la creencia compartida por los miembros de un equipo de que es seguro asumir riesgos interpersonales. Cuando el bienestar del equipo es una prioridad, la seguridad psicológica pone estructura y transparencia a las decisiones, permitiendo que las personas expresen sus ideas, preguntas o errores sin temor a ser humilladas o castigadas. Su importancia es crítica porque genera confianza, aumenta la retención de talento y fomenta un desarrollo genuino. Se construye con transparencia en la comunicación, coherencia en las acciones y una evolución continua.