Las pruebas automatizadas son la práctica de ejecutar tests mediante scripts o frameworks en lugar de hacerlo a mano. ¿La ventaja? Detectás errores más rápido, evitás regresiones y podés iterar sin miedo a romper algo que ya funcionaba. Herramientas como Jest, Cypress o Selenium permiten cubrir distintos niveles de testing: unitario, integración y end-to-end. Esto acelera el ciclo de desarrollo, ofrece feedback inmediato y libera a los equipos de tareas repetitivas. En entornos ágiles y de entrega continua, donde la calidad y la velocidad van de la mano, automatizar los tests ya no es un nice-to-have: es una necesidad.