La poliglot persistence es una práctica arquitectónica que consiste en usar múltiples tipos de bases de datos dentro de una misma solución, eligiendo el motor más adecuado para cada caso de uso. Por ejemplo: una base relacional (SQL) para manejar transacciones, una base de grafos como Neo4j para recomendaciones, y una columna ancha como Cassandra para analítica a gran escala. Esta estrategia mejora la performance, optimiza el diseño de datos y brinda flexibilidad para escalar según la naturaleza de cada módulo. Eso sí, también implica desafíos: hay que monitorear bien, mantener sincronización entre fuentes y definir claramente qué vive dónde. Bien aplicada, es como tener la herramienta justa para cada tornillo.