Es una técnica para prevenir una sobrecarga masiva en la base de datos que ocurre cuando un elemento muy popular de la caché expira y múltiples solicitudes intentan regenerarlo al mismo tiempo. Sirve para reducir fallas y mantener el rendimiento bajo presión. Evita caídas en cascada al asegurar que solo un proceso regenere el dato mientras los demás esperan o reciben una versión antigua. Convierte la intuición sobre el rendimiento en un proceso medible y repetible para gestionar cargas pico.