Al diseñar sistemas con modelos de lenguaje grandes (LLMs), el Prompt Engineering se convierte en una disciplina esencial para garantizar calidad y control. No se trata solo de ""hacer preguntas"", sino de construir instrucciones precisas que guíen al modelo hacia la respuesta deseada. Su importancia es crítica porque una buena ingeniería de prompts reduce significativamente las alucinaciones y eleva la calidad del resultado al forzar decisiones trazables y basadas en evidencia. Técnicamente, se apoya en el uso de bases vectoriales y filtros para enriquecer el contexto que se le entrega al modelo.