Los smart contracts son contratos digitales autoejecutables que funcionan en blockchain. Se programan con reglas específicas y se activan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones, eliminando intermediarios y reduciendo costos. Son ampliamente utilizados en transacciones financieras, préstamos, seguros y compra-venta de activos digitales. Gracias a su transparencia y seguridad, minimizan riesgos de fraude y errores humanos. Su adopción sigue creciendo en sectores como bienes raíces y logística, permitiendo acuerdos más rápidos y confiables sin necesidad de confianza entre las partes.