Es la capacidad de un modelo de lenguaje grande (LLM) para interactuar con sistemas y herramientas externas, como APIs o bases de datos. Permite que el modelo rinda mejor en escenarios reales al poder ejecutar acciones concretas, como obtener información en tiempo real o enviar un correo electrónico. Esto combina de forma segura los datos internos de una empresa con la capacidad de razonamiento del modelo, sin exponer la lógica de negocio. Funciona de manera óptima con datos curados, ventanas de contexto bien definidas y ""guardrails"" de seguridad.