La compliance as code es la práctica de automatizar controles regulatorios —como ISO 27001, SOC 2 o GDPR— directamente dentro del pipeline de desarrollo. En lugar de hacer auditorías manuales una vez al año (y cruzar los dedos), esta estrategia convierte las políticas en código que se ejecuta en cada PR: escanea infraestructura como código (IaC), contenedores y flujos de datos en busca de violaciones o riesgos. Además, genera evidencia trazable y alertas automáticas, lo que garantiza cumplimiento continuo sin frenar al equipo con burocracia. Es la forma moderna de liberar software rápido, seguro y listo para pasar cualquier auditoría sin dramas.