Es una técnica de prompting que anima a un LLM a ""pensar en voz alta"" y a desglosar su razonamiento en pasos intermedios antes de dar la respuesta final. Su impacto se nota en una reducción significativa de errores en tareas complejas, mayor consistencia y la capacidad de auditar el ""proceso de pensamiento"" del modelo. Es una pieza clave para cerrar la brecha entre la teoría y los resultados confiables en producción, y su efectividad se mide por la precisión y la fidelidad de la respuesta final a la evidencia presentada.