Es una propiedad crucial de las operaciones en sistemas distribuidos que garantiza que realizar la misma solicitud múltiples veces produce el mismo resultado que si se hiciera una sola vez. Esta característica es fundamental para construir sistemas confiables y mantenibles, especialmente en arquitecturas basadas en APIs. Su importancia radica en que eleva la resiliencia del sistema, ya que previene la duplicación de datos o acciones no deseadas causadas por reintentos de red. En la práctica, se implementa con identificadores únicos por transacción y se apoya en pruebas automatizadas y observabilidad para asegurar su correcto funcionamiento.