Es un patrón de diseño que se utiliza al integrar un sistema moderno con un sistema legacy o de terceros. El ACL actúa como una capa de traducción entre los dos sistemas, aislando el modelo de dominio del sistema moderno de las complejidades o inconsistencias del sistema antiguo. Eleva la resiliencia y simplifica la mantenibilidad al evitar que la ""corrupción"" del modelo de datos del sistema legacy se filtre en el nuevo. Se basa en contratos claros y timeouts para asegurar una comunicación robusta entre ambos mundos.