Son los datos que una empresa recopila directamente de sus propios clientes y audiencia a través de sus canales (sitio web, app, CRM). Con la desaparición de las cookies de terceros, estos datos se han vuelto el activo más valioso para el marketing. Con ellos se busca eficiencia: menos gasto desperdiciado y resultados más sostenibles al permitir una segmentación y personalización muy precisas. Alinear el presupuesto con los insights obtenidos de estos datos reduce el desperdicio y genera decisiones más claras y con menos fricción.